sábado, 23 de abril de 2016

Tú también puedes escribir VII: El ambiente y el lugar

Cuando tenemos que escribir una historia, debemos tener especial cuidado con el lugar que usamos, es decir la ciudad o ambiente en el cual queremos que transcurra la historia, ya que nuestros personajes tienen que estar en ciertos lugares, ya sea su casa, el instituto, su lugar de trabajo, un bosque, un hospital, etc.


Para ello podemos hacer dos cosas: elegir una ciudad real o inventarnos el lugar. O, podemos hacer una mezcla de las dos, es decir, coger una ciudad que conocemos pero con pequeños cambios. Allá cada uno como mejor le venga. Aunque yo me suelo inventar los lugares, normalmente suele ser más fácil con sitios conocidos ya que así te puedes meter más en el personajes.

Dependiendo de la historia que querremos contar nos ira mejor un lugar u otro, es decir no es lo mismo el lugar donde se desarrollará una historia de miedo que una historia de romance. Por lo cual, cuanto más acorde sea el lugar para nuestra historia, nos será más fácil explicarla.

La pregunta que más os haréis antes de empezar la historia será: ¿por qué esté lugar y no otro?

Pues bien, debemos pensar que esta bien tener un vínculo con ese lugar, como he dicho anteriormente, pero esta no debe ser la única razón por la cual elegir un lugar real. Es decir, no debemos ambientar la historia en ese lugar sólo porque nos guste, sino también porque sea adecuado para nuestra historia. Pero, esto no sólo pasa si usamos un lugar real, sino también con un lugar ficticio, ya que te lo puedes imaginar, dibujar, describir en una hoja para no olvidarte de él, etc.


En caso de que la localización sea real, es importante que conozcamos bien el lugar, así podamos conocer todos y cada uno de los detalles, y posiblemente alguno de ellos podamos indicarlos en nuestra historia. Lo cual dará más credibilidad a la historia y al lugar.

Aunque parece muy importante el lugar dentro de la historia, hay libros que no indican nunca donde sucede, es decir quizás indican la casa o el parque, pero no indican la ciudad, o si es imaginaria o sino, por lo cual le permites al lector imaginarlo a su manera, que también puede ser buena idea.

Durante la historia, como he dicho, podréis indicar cosas del lugar en el que están los personajes, ya sea el color de la pared de la cafetería, el olor a humo de la comisaria, el ambiente a cerrado de la clase, etc. Pero siempre es bueno dejar un pequeño margen a nuestros lectores, para que puedan usar la cabeza e imaginar algunas partes.


EJERCICIO PRÁCTICO: Escoge un lugar en el cual quieres ambientar tu historia, ya sea real o imaginario, no importa si es en la calle o en una casa. Lo que debes hacer es coger una hoja y describir el lugar, tanto físico, como el color de las paredes o el tipo de muebles, y el que no es físico, es decir el ambiente, los olores, lo que te provoca ese lugar, etc.