Título original: Taming 7 | Autor/a: Chloe Walsh | Saga: Los chicos de Tommen #5 | Editorial: Montena | Páginas: 496 páginas
A Gerard "Gibsie" Gibson, el descarad del colegio, la comedia le corre por las vevnas, pero bajo su carácter alegre y despreocupado se esconde un joven hecho pedazos que vive atormentado por su pasado. Gibsie utiliza el humor para lidiar con sus demonios y ocultarle al mundo todo lo que siente. Solo hay una persona que lo conoce de verdad. Se trata de la hermana pequeña de su amigo. Claire, su muñqueita.
Siempre de buen humor, Claire Biggs se ha pasado la vida idolatrando al chico del otro lado de la calle. Ella ve en Gerard algo que nadie más ve y está decidida a domesticar la salvaje naturaleza de su mejor amigo de la infancia. Pero ¿sobrevivirá la amistad de Gibsie y Claire a lo inesperado cuando se traspasen ciertas líneas? ¿Se convertirá en algo más o acabarán ambos siento arrastrados por la corriente?
Siempre de buen humor, Claire Biggs se ha pasado la vida idolatrando al chico del otro lado de la calle. Ella ve en Gerard algo que nadie más ve y está decidida a domesticar la salvaje naturaleza de su mejor amigo de la infancia. Pero ¿sobrevivirá la amistad de Gibsie y Claire a lo inesperado cuando se traspasen ciertas líneas? ¿Se convertirá en algo más o acabarán ambos siento arrastrados por la corriente?
¡Buenos días! El año pasado conocí la pluma de Chloe Walsh y con ella me adentre en el mundo de los chicos de Tommen, una saga que sigue por todo lo grande con su quinta parte, en este caso protagonizada por Claire y Gibsie, dos personaje que conocía en la primera entrega y que me enamoraron en seguida, por lo que tenía mucha necesidad de leer este libro protagonizado por ambos. Antes de empezar con la reseña os dejo las reseña de los anteriores libros de la saga:
Taming 7 es la quinta parte de la saga Los chicos de Tommen en este caso nos adentramos en la relación entre Gibsie y Claire, dos mejores amigos y vecinos que van juntos a todos lados desde que Claire era muy pequeñita. Todo el mundo sabe que cada uno de ellos besa el suelo por el que pisa el otro, pero parece que las cosas son más complicadas de lo que parece, pero ya es hora de que ambos den un paso y acepten que necesitan estar con el otro de una vez por todas y empezar su historia de amor.
Con Taming 7 me esperaba una historia llena de risas y de entretenimiento, pues ¿qué es lo mejor de estos protagonistas? Pues sus locuras y sus tonterías que he ido viendo en los otros libros hasta llegar a este. Pero, aunque ha habido risas, también ha sido duro leer este libro, y es que no esperaba sufrir lo que he sufrido con él. La verdad, esperaba una historia bastante light y no ha sido así, lo cual es más que bueno, porque ha superado mis expectativas no solo en la lectura sino en los propios personajes principales que han conseguido que amara profundamente.
"Si para Joey Lynch las drogas implicaban lo mismo que para mí Claire Biggs, no había rehabilitación lo bastante larga como para persuadirme de dejar el hábito. Porque ella era el hábito de toda una vida."
La narración de este libro es igual que la de los anteriores, con algunos capítulos más largos que otros, con mucha música de por medio, con muchas escenas, algunas de las cuales quizás no tan importantes para la historia en sí, pero que al final tenían significado o simplemente aportaban algo que hacía que la lectura fuese amena y sobre todo con mucho dialogo y pensamientos de los personajes, algo que me encanta porque me ayuda a conocer mucho mejor a los personajes y como no, empatizar una vez más con ellos.
La trama principal gira entorno a Gibsie y a Claire, en su amistad y en como esta va aumentando poco a poco, es sin duda algo, que creo, que todos esperábamos con esta historia, que apareciesen los sentimientos y el amor, pero aunque era algo previsible la autora ha conseguido llevarlo a su terreno para crear una preciosa historia entre ambos pero con altibajos que han conseguido que hubiese tensión en todo momento.
"Aquello no me gustaba. Ni un pelo. Porque aunque físicamente Gerard estaba delante
de mí cubierto solo con una toalla, por dentro llevaba el corazón envuelto en varias capas."
Sin duda, Chloe Walsh es experta en lanzar bombazos al final de algunos capítulos, algunos de ellos, o mejor dicho la mayoría, eran muy fuertes y me hacían sufrir como el que hay en la página 375, y es que al terminar esa página me quede un buen rato releyendo lo que acababa de leer porque no me lo podía creer. Y es que, en entre estás páginas se desarrollan varias subtramas, principalmente relacionadas con Gibsie, que es el que más me ha hecho sufrir en todo momento, ¿por qué le tienen que pasar todas esas cosas a él? Aunque ha sido duro leer algunas cosas, tengo que decir que esas mismas cosas son las que han convertido a Gibsie en lo que es: un ser con una coraza enorme que abre solo a aquellos que le muestran la confianza necesaria para ello.
Y es que, sin duda Gibsie ya me gustaba en el primer libro cuando lo conocí, y en el segundo, y en el tercero, y en el cuarto... Y es que es un personaje que ha sabido estar a la altura de su propia historia, que lo conocí siendo un graciosillo del grupo que se ha abierto en canal en esta nueva entrega y me ha hecho sufrir. Me gusta la creación de este personaje, incluso creo que es el que más me gusta de todos, pues al final es la típica persona que por fuera es de una manera y luego cuando conoces su historia entiendes porque ahora es así o como ha llegado a formar su personalidad, aunque sea duro decirlo y me encantaría que su historia hubiese sido muy diferente a como ha sido.
En cuanto a Claire, no tengo más que decir que como dice Gibsie: es un rayo de sol. Y es que esta chica es todo lo que esta bien en el mundo. Es una chica preciosa, leal, con un corazón enorme, que no es capaz de hacer daño a nadie, que es paciente y puede con todo, pero por dentro vemos como esta ya cansada de esperar, de que no llegue su momento, ella lo que quiere es ser feliz con su príncipe azul, y ahora es su momento. No hay nada malo en ello, es perfecta, es un personaje que me encanta también desde el primer libro que apareció y en como siempre le echaba una mano a Shannon.
Aunque la historia esta protagonizada por Gibsie y Claire, en este libro tenemos a otro personaje que ha destacado mucho, casi al mismo nivel que ellos y esa ha sido Lizzy. No he podido con ella, he llegado a odiarla con todo mi ser... Es decir, entiendo porque lo que ha pasado, por como es su vida y por como se ha creado su personaje, pero no puede ser que sea un ser tan malvado, que sea capaz de hacer tanto daño, porque aunque no hace daño directamente a la gente que quiere, sino lo ha hecho a gente que otra gente quiere, y eso me ha dolido. Ha sido horrible en todo momento con Gibsie, la odio, no puedo decir nada más de ella. Aunque me encantaría leer un libro donde ella sea la protagonista, no quiero que se le perdonen sus actos, por muy rota que este por dentro, hay otros personajes que están más rotos y no se comportan como ella.
"Yo prefiero vivir con errores a mis espaldas a permitir que el arrepentimiento me agriete el corazón."
A lo largo de la trama, igual que paso en los anteriores libros, también seguimos viendo algunas tramitas relacionadas con el resto de personajes, una vez más Shannon y Jhonny al ser los mejores amigos de los protagonistas tienen su voz en la historia, me encanta ver como evolucionan pero sobre todo ver como Shannon no pierde ese brillo que la hace ser tan adorable. Y, también seguimos viendo la evolución de la historia entre Joey y Aouif y su bebé, que me encanta y sigue por donde me gusta.
En resumen, Taming 7 esperaba que fuese un libro lleno de risas, y aunque ha habido también ha sido una historia que me ha roto el corazón en varios trozos unas cuantas veces. Claire y Gibsie se han convertido en mis dos protegidos de esta saga, y es que son mis preferidos desde el principio pero con su historia me han enamorado aun más. Leerlos ha sido como leer la historia de dos amigos de toda la vida.
"Algunas de las mejores cosas de la vida no están hechas para durar siempre. Por eso las valoramos tanto cuando suceden. Como una caja llena de tu chocolate favorito. O las estrellas fugaces. No nos negamos a comer ese dulce porque vaya a acabarse una vez que lo hagamos, ni dejamos de mirar las estrellas cuando vemos que una cruza el cielo disparada. Disfrutamos del momento porque sabemos que vivirlo merece la pena."
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